Kashmir o Cachemira es una de las regiones más disputadas en el mundo. Allí se entreveran la India, Pakistán y la República Popular China, anhelando tener la posesión de este enclave que abre las puertas al Asia Central.
Kashmir, en el seno del imperio británico de la India, era gobernada por el Maharaja Hari Singh en el momento de la independencia en 1947. Era una de las tantas regiones que no estaba directamente administrada por los británicos y que, por consiguiente, debía optar por formar parte de Pakistán o la India.
Jammu y Kashmir tienen una gran diversidad étnica, religiosa y lingüística: en Ladaj, al este, está poblada mayormente por tibetanos budistas; en Baltistan son étnicamente próximos a los tibetanos, pero practican el Islam shiíta; como también Gilgit hay predominio shiíta; el valle de Kashmir propiamente está habitado mayoritariamente por musulmanes, pero hay una importante minoría hindú, los pandits. El Maharaja era hindú.
La creación de Pakistán fue una de las demandas de la Liga Musulmana y su líder, Mohammed Alí Jinnah, que buscaba reunir a todos los indios musulmanes en un solo país, separado. Así fue como se formó este nuevo país que, hasta 1971, comprendía al actual Pakistán (occidental) y el ahora Bangladesh (hasta entonces "Pakistán oriental"). El problema en Kashmir surge en el momento de tomar la decisión por integrarse a la India o Pakistán: el Maharaja Hari Singh jugó con la posibilidad de mantenerse independiente en esa posición estratégica, como un Estado tapón entre tres colosos.
Pero esas veleidades independentistas no lograron mantenerse por mucho tiempo, cuando grupos secesionistas musulmanes de Punch (que fue incorporado al principado en 1936) se rebelaron en 1947. De acuerdo al censo de 1940, el 77% de la población era musulmana, el 20% hindú, repartiéndose el resto entre otras minorías. Los rebeldes de Punch fueron asistidos por pathanes de Pakistán, formando el Azad Kashmir (Kashmir libre). El Maharaja pidió asistencia militar a la India, prometiendo a cambiar su adhesión a la Unión India en octubre de 1947. Este acuerdo será uno de los argumentos esgrimidos por los sucesivos gobiernos de la India para legitimar la incorporación.
Maharaja Hari Singh (1895-1961)
Para este representante, no tenía sentido un plebiscito para la totalidad del territorio, dada su heterogeneidad, por lo que sugirió plebiscitos por áreas, para determinar cuáles querrían formar parte de uno u otro país. O bien restringir esta consulta a las áreas "grises", en tanto que las que ya estaban definidas que se integraran directamente a la India o Pakistán.
El gobierno de la India tuvo simpatía por esta posición, mas no fue una opinión compartida por el de Pakistán, que buscaba un plebiscito que decidiera sobre el futuro de toda la región.
La parte india fue administrada por el Sheij Abdullah, quien convocó a una asamblea constituyente en 1951; formalmente, a la Unión India sólo le había delegado la política exterior y la defensa, de acuerdo al status especial acordado a este y otros principados en la Constitución. El Sheij Abdullah firmó con Jawaharlal Nehru un Acuerdo de Delhi, y en 1956 la asamblea constituyente declaró formalmente que Jammu y Kashmir era parte integral de la India. De acuerdo a los sucesivos gobiernos de la India, esta asamblea constituyente y las elecciones que le siguieron han sido expresión legítima del deseo de la población a ser parte constitutiva de la Unión India, por lo que carece de sentido convocar al plebiscito originalmente pactado. Es claro que los gobiernos de Pakistán niegan validez a los comicios generales como reemplazo del plebiscito.
En 1962, en la guerra sino-india, la República Popular China tomó el control de la región que ha pasado a denominarse Aksai Chin, así como al año siguiente Pakistán cedió parte de los territorios que controlaba a China. En 1965 se produjo la primera guerra entre India y Pakistán. Año siguiente firmaron la Declaración de Tashkent, tras la mediación soviética, en la que se comprometían a la resolución pacífica del conflicto. No obstante, en 1971 volvieron a enfrentarse, cuando Bangladesh se emancipó del -hasta entonces- Pakistán occidental. A raíz de esta nueva guerra, se llegó al Acuerdo de Simla, rubricado el 3 de julio de 1972 por el presidente pakistaní Zulfikar Alí Bhutto y la primer ministro india Indira Gandhi, por el que se determinó respetar la llamada "línea de control", sin perjuicio de lo reclamado y sostenido por ambas partes, que en pocas semanas más cumplirá cuarenta años, sin haber logrado avances sustanciales en la determinación de la frontera definitiva ni, mucho menos, en la solución de un conflicto que siguió en el tiempo. En otras entradas, más adelante, habremos de desarrollar el agravamiento de la situación por el blanqueo de ambos países de la posesión de armas nucleares en 1998, así como por la guerra global contra el terrorismo de signo islamista tras los atentados del 11 de septiembre del 2001, que desarrolló su accionar sangriento contra víctimas civiles en la India.
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