miércoles, 6 de junio de 2012

La Organización para la Cooperación de Shanghai.

Vladimir Putin y Hu Jintao


En los días 6 y 7 de junio se reunirán en Beijing los miembros de la Organización para la Cooperación de Shanghai junto a los miembros observadores. Los miembros plenos son Rusia, la República Popular China, Kazajstán, Kirguistán, Tadjikistán y Uzbekistán; en tanto que los observadores son la India, Pakistán, Irán y Mongolia.
Esta organización tuvo su primer encuentro en Shanghai en 1996, y hasta junio del 2001 (cuando se incorporó Uzbekistán) se denominó los "Cinco de Shanghai", institucionalizándose cuando se resolvieron  los problemas fronterizos que China tenía con los países que lo componen. Sus propósitos iniciales -que siguen siendo prioritarios para la OCS- son el combate contra el terrorismo, el separatismo y el extremismo, lo que resulta comprensible desde la óptica de que los gobiernos de estos países se sienten amenazados por el islamismo, las tendencias independentistas de algunas regiones -como es el caso de los uigures en China- y la inseguridad de la presencia de los Talibán en Afganistán y Pakistán. 
A partir del 2005 tiene un secretario general de tres años de duración con sede en Beijing, y una Estructura Regional antiterrorista, con base en Tashkent. A las reuniones anuales también se invita a líderes como el presidente afgano, Hamid Karzai, y se han sumado como socios de diálogo a Sri Lanka y Bielorrusia, ampliando sustancialmente su esfera de influencia.
Desde el 2002 en adelante, la OCS realiza ejercicios militares conjuntos para el entrenamiento de fuerzas antiterroristas, con simulacros de secuestros, ataques a plantas nucleares o copamiento de poblaciones. También ha sido activa la extradición de disidentes separatistas e intercambio de información. Los países signatarios tienen en común su rechazo a las demandas occidentales de respeto a los derechos humanos y garantías constitucionales del debido proceso, a las que consideran como "intervenciones" en "asuntos internos" propios de cada nación. La paradoja es que los cuatro países de Asia Central que participan en la OCS también reciben ayuda financiera de los Estados Unidos, como un modo de equilibrar la fuerte presión rusa y china.
La República Popular China suele poner énfasis en los aspectos vinculados al comercio y el desarrollo económico, siendo pródigo en inversiones. La visión rusa, en cambio, pone su acento en lo relacionado con la defensa y seguridad. Los países occidentales, en particular el gobierno de los Estados Unidos, ve a esta organización como un posible embrión rival de la OTAN, hecho que se acentuaría si llegara a prosperar la iniciativa rusa de incorporar a Irán como miembro pleno, a lo que se opone la República Popular China. 



Bibliografía consultada

William E. Carroll, "China in the Shanghai Cooperation Organization: Hegemony, Multi-Polar Balance, or Cooperation in Central Asia", en International Journal of Humanities and Social ScienceVolumen 1, número 19; diciembre 2011.
Julie Boland, "Ten Years of the Shanghai Cooperation Organization: A Lost Decade? A Partner for the U.S.?", 21st Century Defense Initiative at Brookings, Policy Paper, 20 de junio 2011.
Alexander Frost, "The Collective Security Treaty Organization, the Shanghai Cooperation
Organization, and Russia’s Strategic Goals in Central Asia", en China and Eurasia Forum Quarterly, Volumen 7, Número 3, 2009.

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